lunes, octubre 23, 2006

Linda...


No sé si alguno de vosotros/as tiene la misma sensación, pero a mi me parece que de vez en cuando, todo mi pasado se confabula para aparecer, de pronto, sin previo aviso, unido, de golpe... como fantasmas... fantasmas en el presente... hasta ahí, no debería ser un problema... sólo una aparición... el conflicto llega cuando permites, permito, que se cuele por los huecos de mi presente... que ocupe un espacio que ya no le corresponde... en ese momento, tengo la certeza de que algo falla... pero no sé qué...

Pienso que el pasado tiene su lugar y es exactamente ahí... donde no moleste donde debería estar, en la memoria... en el corazón... cada uno que decida donde quiere ponerle el trono...

Y mientras asumo cuán capaces son los fantasmas del pasado de perturbar mi presente, intento tragar saliva y seguir avanzando a medida que me pasa por la garganta, en algunos brazos que generosamente me acunan...

Al final uno pierde de vista que es lo que está bien y cuales son los errores que se repiten...
Sin embargo, agradezco infinitamente esos labios que me susurran al oído... te extraño, linda....

13 Comments:

Anonymous Anónimo said...

ufff, pasado, presente, fantasmas, recuerdos... es todo un poco lo mismo, no?

22:42  
Blogger eggy said...

El pasado vuelve, se va, vuelve, se va, y es un tanto cansador. Me gustó el antídoto que tenés a mano, ese susurro...
No hay nada como el presente, sobre todo si te mima así.
Saludos a ambos (a vos y a quien susurre).
Hasta pronto, "linda"!!!

00:09  
Blogger La puta que no te parió said...

El pasado está presente siempre, igual que el futuro, solo basta com vivir el momento.
Debería ser sencillo ver cuan sencillo es, pero no parece que así fuera.
El punto es que un parecido es una realidad no verdadera, pero la verdad abarca aún esa posibilidad y más.
Carpe Diem!
Abrazos!

00:40  
Blogger Mujer del traje gris said...

Yo creo que justamente esa es la clave, tener siempre presente la voz que venga y ponga en orden el desbarajuste de ruidos que nos enmarañan la cabeza.

Te leo luego, saludos!!

08:00  
Blogger Rick said...

Qué de acuerdo estoy con este post. Odio cuando llega el pasado y se mezcla con el presente, parece que son cosas que no encajan y piensas "Dios! pasado déjame en paz que yo sólo quiero tirar hacia delante tranquilamente".
1 beso.

11:30  
Blogger nosue said...

Sí, Persio, poco a poco voy asomando....jeje

11:56  
Blogger nosue said...

Al final nos reconoceremos por lavapiés....

12:10  
Blogger Wara said...

A mi el pasado me invade cuando algo no va bien en mi presente.
Entonces es cuando anhelo escuchar esos susurros.

13:37  
Anonymous Anónimo said...

Si, cada cual que meta el pasado donde mejor le quede, o, ya que usurpa, permitir ciertas emociones especiales que nos dejen un presente un poco más liviano. En tal caso también es una lucha!

Gracias por tus letras y por tu ojo, que ahora podemos ver!

Besote!

PD: decime, nosue, que me quedo la intriga, vivís en lavapiés??

Otro beso

22:08  
Blogger Cromatico said...

que curioso..
viendote el ojo, se ve que sonries. no es genial eso..? quizas, si nos dejas ver tu sonrisa descubrimos la forma de tu nariz.. y con el tiempo, que cosas, nos reconozcamos a trozos tomando un cafe.
dicen q el pasado esta vivo.. eso dicen. q es la mente, q lo hace y lo deshace.. q lo trae y se lo lleva, como si fuese la marea.
dicen..
pero tampoco hagas mucho caso..
porq la veradd se suele revelar en susurros..
un abrazo, rebueno habernos conocido..
ah.. y "buen viaje, linda" (a veces no importa dejar la ciudad para partir..)

12:48  
Blogger Para, creo que voy a vomitar said...

Tú misma lo has dicho todo. El pasado pasado está y sólo hay que dejarlo como cuando agarras un peluche..., lo abrazas un rato y lo dejas donde estaba.

Lo jodío es saber hacerlo!! Ains, que no te afecte demasiado, vale?

17:50  
Blogger Absurdo Rutinario said...

Te extraño...

Qué gran pasado entonces aún con sus espinas.

11:15  
Blogger ...Hijo del Quijote said...

Huy, que deciros mi damicela...

Si estuviera cerca, pues ofertaría mi pecho para que te acunes unos minutos y pudiéras, por algunos segundos, olvidar los recuerdos que ya no debieran estar y quedarte solo con los que te hacen bien.

Sé que te sentirías bien acurrucada en mi pecho... y sé también, que yo sentiría algo así como ¡abrazos de chocolate!.

Te veo.

HdQ

23:14  

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