jueves, septiembre 28, 2006

A solas con la ciudad

A veces, cuando no duermo en casa, la ruta y el tiempo invertido en llegar a trabajar cambian, y mi naturaleza rayada consigue hacerme salir con 2 horas de margen...

Eso hace que la percepción del viaje sea distinta, el camino al trabajo se convierte en un paseo, que a diario no soy capaz de disfrutar, me descubro a las 6.45 am, con paso relajado, Wim Mertens en mis oídos y sonriendo..., al mirar alrededor, siento cosas distintas, me enfrento a una ciudad de 6 millones de habitantes, que en ese momento... es la mía.

Estamos en lo que denominan “El Veranillo de San Miguel”, y aunque ha estado haciendo unos días de acelerado invierno, que nos han pillado a todos un poco fuera de juego, la verdad es que esta mañana hacía unos agradables 23º... me encanta PASEAR por un Madrid en calma, dormido, me transmite, contra todo pronóstico, una sensación de protección..., con las manos en los bolsillos y la mente muy lejos del asfalto, poca gente en las calles, avenidas grandes, repletas de luces, coches continuos, arrastrándose, cansados...oscuridad....libertad...

Y es en esos momentos, a solas con la ciudad, con su anonimato... con su grandeza..., cuando siento la integración, cuando creo que tenemos cosas en común, cuando siento que formamos parte de una misma cosa, es en esos momentos cuando adoro Madrid, aunque necesite salir de aquí.

6 Comments:

Anonymous Avalon said...

Quieres decir que a las 6:45 las calles ya estan puestas!!?? anda ya!!! :-))

10:08  
Anonymous Miguel Angel said...

Yo necesito salir de aquí. Pero no precisamente cuando se respira esa calma que tu has espresado tan bien de madrugada. Yo recuerdo más esas horas paseando antes de acostarme no al levantarme pero para el caso es lo mismo.
Yo necesito escape cuando me meto en unos grandes almacenes o en un supermercado. Las aglomeraciones me repelen. Y da la casualidad que cuando decido ir a comprar coincido con todo el mundo.

13:58  
Anonymous nosue said...

Entiendo lo que dices Miguel Ángel, yo siempre siento ese ahogo, creo que Madrid está superpoblado, va demasiado rápido, creo que hemos perdido la calidad de vida en favor de la cantidad de vida... pero eso es lo de todos los días, eso no me sorprende, no me motiva a escribir... ha sido lo de esta mañana, la calma, la tranquilidad, la conexión, lo que ha marcado la diferencia y me ha hecho ver Madrid como ya casi nunca lo veo, como una preciosa ciudad que aunque ahora me pida irme lejos, en el fondo admiro.
Un saludo

14:14  
Anonymous eggy said...

¿Viste como cambia la percepción el horario?; el movimiento es otro, la gente, la luz, la intensidad de la calle es otra. Te entiendo absolutamente, creo que todas las grandes ciudades despiertan en sus habitantes esa relación amor-odio producto del frenético ritmo de las mismas por un lado, y la belleza de sus culturas por el otro.
Saludos!!

14:30  
Anonymous Persio said...

cuanto me he enamorado de mi (nuestra) Madrid, esa esquina en la gran via que la cruzo todos los días para llegar al laburo, la veo cambiar y fortalecerse dia a dia pese a la destrucción del metro y sus secuaces. Esas horas en las que madrid nos devuelve al amor de la urbanidad, y aunque a veces uno necesite despegar de ella, el amor a primera vista que produce es dificil de quitarselo de encima.
Madrid posee el embrujo de Buenos Aires y Rosario, no te dejarán jamás alejarte de ellas.
Saludos!

00:13  
Anonymous 629 said...

Al pasear por Madrid y verla con los ojos con las que pareces haberla visto, si que haces tuya esta ciudad. No te consideres integrada, el placer es tenerte a ti como regalo en esta ciudad, convirtiendola así en más especial.

16:21  

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